domingo, 6 de marzo de 2016

Los textos en una colección temática

Por Jorge “Coco” Mavila Masías

Normalmente los filatelistas temáticos, nos inclinamos a coleccionar temas con los cuales tenemos algún tipo de relación estrecha; por nuestra profesión, por nuestros gustos o por afinidad personal. Este detalle, muchas veces, nos lleva a tener vasta información del tema escogido, pero al momento de plasmarla en una colección competitiva, tenemos que reparar en consideraciones especiales que nos ayuden a potenciar nuestra participación.

Hace algunas semanas leía un artículo en este mismo blog; en el que se hablaba del tamaño de las hojas en las colecciones que participan en exposiciones a través de los años, y cómo ha evolucionado la presentación en general de las mismas. En el artículo identifican cuatro generaciones; donde en la primera no se contemplaba ningún texto que acompañara al material expuesto y una cuarta en donde, más allá del tamaño de las hojas, se consigna información de dos tipos: texto temático y texto filatélico. En ambos casos, guardan deben guardar estrecha relación con los sellos, enteros postales, carnets y otros que incluyamos.



El texto temático es aquel que con alto nivel de síntesis, nos transportará a través de la colección. En este caso deben ser idóneos, precisos y no muy extensos; en los cuales incluiremos únicamente información interesante; referente al tema; bien conectada con los materiales que estamos mostrando y en ningún caso debe ser una descripción literal de ellos.
En todas las hojas, sin excepción alguna, debe incluirse texto temático; el cual además no debe ser una transcripción literal de la información que hemos encontrado en libros, revistas o internet; hay que hacer una recopilación de las nociones más adecuadas para crear el nexo correcto con el material postal que hemos elegido; considerando que siempre tienen que aportar y apoyar al tema y que reflejen el completo manejo que tenemos del tópico.
Se recomienda no incluir textos temáticos que no se ajusten a las imágenes que exponemos. Por ejemplo es común encontrar en ciertas colecciones de deportes: “El evento realizado tuvo una afluencia de 50,000 personas”, dato que no se puede refrendar con pieza alguna que detalle ese mensaje.


Me permito tomar un párrafo del libro Filatelia Temática, una puerta al conocimiento del filatelista cubano José Raúl Lorenzo Sánchez que dice: “Si en la búsqueda tienes la oportunidad de llegar a un descubrimiento temático, su presencia en la colección será altamente valorada y será mostrada de forma tal que atraiga la curiosidad de los interesados”. Algo que sin duda yo termino relacionando también como ayuda al momento de tocar el criterio de innovación en la calificación de nuestras colecciones.
Desde hace varios años, las colecciones temáticas se han convertido en un incansable proveedor de piezas filatélicas más que interesantes, ya que al igual que cualquier material de otras clases, estas tienen una historia postal y en muchos casos guardan detalles que requieren de un estudio profundo. Por ejemplo en el Perú existió por muchos años una máquina franqueadora que tenía la imagen de una llama. La misma debe haber sido impresa con miles de valores, deben tener diferentes tonalidades de impresión y hasta debemos encontrar variedades por el desgaste de la misma. Sin duda tener varios ejemplares de estas en una colección de auquénidos o mamíferos servirán como un valioso aporte.
En este contexto es que el texto filatélico empieza a ganar un lugar importante en toda colección temática. Por lo general se recomienda que sea escrito en un color y tipo de letra diferente al del texto temático, lo cual ayudará a distinguir uno del otro. Al momento de desarrollarlo tengamos muy en cuenta que este denotará nuestros conocimientos como filatelistas, tanto para saber identificar la variedad de materiales postales que tenemos a bien incluir en la colección, así como también cuánto hemos podido investigar de ellos, para así hacerlos de piezas relevantes en el trabajo que presentamos.
Existen colecciones que muestran pruebas de impresión o de color, ellas nos dan la valiosa oportunidad de indicar la imprenta que confeccionó el sello y algunos datos más que podamos encontrar con respecto al mismo. Existen también muchos sellos comunes que por la numerosa cantidad emitida, presentan variedades y errores que diferencian uno de otro; descentrados, diversidad de colores, desigualdad en el dentado, etc., son detalles que debemos hacer notar con la referencia adecuada.

Quizás haya que revisar nuestros clasificadores y cotejar con algunas estampillas repetidas, es posible que empecemos a descubrir piezas que le den a la colección algunos puntos diferenciales.

Fuente: http://circuloamigosdelafilatelia.blogspot.com.es/

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